viernes, 31 de agosto de 2012

Qué gracioso y pelotudo suena llamarte mejor amiga cuando en realidad no somos más que recién conocidas.
Te quise, te quiero tanto... ¿quién me mandó a ser tan pelotuda? Te discutí 300 veces más o menos, y para no cargar con la tan pesada culpa, decía que era una joda. Y vos respondías con un simple bueno. Por esas cosas creímos que ibamos a ser mejores amigas siempre, por siempre. Fui estúpida. Después te necesité, después me di cuenta de mis incontables errores. Vos no tuviste la culpa.
Siempre estuviste ahí, dispuesta a ayudarme con todo y a defenderme también.
Todo me recuerda a vos, la puta madre. Jimmy Eat World, Jimmy se come al mundo. Nuestra banda, la que tanto nos gustaba. Entre tantos temas, Sweetness se ganó nuestra pubertad juntas. Esos veranos con Jimmy, Nirvana y Paramore son inolvidables y los extraño. Qué ganas de revivirlos.
Te seguiría desde el principio, sólo para revivir el comienzo y quizá nos acordemos de frenar en todas nuestras partes favoritas. 
Nunca te dije gracias por todo. Nunca te agradecí por tanto. Cosas incontables... cosas buenas ¿qué me pasó? ¿Qué nos pasó? Ahora no sé si creerte lo que decís, no sé. No estamos más juntas por la calle, caminando, paseando por el mismo barrio, pero cada vez que estábamos juntas nada importaba y todo cambiaba; todo era más alegre, todo era más gracioso, éramos felices. ¿Quién nos arrebató la felicidad? ¿Quién nos arrebató el cariño? ¿Quién nos arrebató la amistad? Preguntas boludas, pero que me carcomen la mente.
Nunca más voy a olvidar a mi amiga. A la amiga que siempre quise y llegó. A la amiga que ahora me hace falta. A la amiga que hoy parece que no conozco hace más de 7 años. A la conocida que le hablo con confianza a pesar de todo... a esa amiga, vivo con el nudo en la garganta y las ganas de abrazarla y decirle: cuánto te extrañé. Cuánto te quiero. Nunca más me dejes. Nunca más discutamos. Nunca más nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario