viernes, 9 de noviembre de 2012

Ya se cansó de dormir todo el tiempo en sillones y de taparse la boca para no gritar

Bajo las escaleras con Lara. Las lágrimas se preparan para salir pero esta vez no sentí el nudo en la garganta.
Llega el profesor, y me pregunta cómo estuvo el recital de KISS. Respondo tapándome un poquito la boca, pero nota mi malestar emocional y me pregunta qué me pasa.
No me pude contener y las lágrimas empezaron a fluir. Fue un alivio pero realmente, también, sentí vergüenza.
Subí las escaleras sola y atrás venía el profesor.
Me topé con la preceptora y las lágrimas fluyeron con más intensidad. Tanta intensidad que no podía hablar y me costaba respirar.
Una profesora mía me preguntó que me pasaba pero no podía hablar, no me salían las palabras. Quería decírselo, pero costaba muchísimo...
Llegamos a la secretaría y yo todavía lloraba como una condenada. Me senté en una de las sillas e inicié una conversación con el profesor.
Entre lágrimas y palabras no muy entendibles, confesé. Confesé que me cortaba por lo mal que, a veces, me hacía la gente.
Una persona era especialista en ese caso: Alejo.
Alejo es una persona mediocre e hipócrita. Me genera repulsión y náuseas.
Siempre se hace llamar "mejor amigo" y nunca te ayuda, siempre te empeora la situación. Nunca me ayudó con mi creciente depresión, la aumentaba cada vez más y yo rompía en llanto a escondidas.
Él se hizo presente al lado mío y le dije todo.
Nunca lo quise pero nunca se lo dije. Es una de las peores personas que conocí.

2 comentarios:

  1. Bua esta entrada es preciosa, te sigo desde http://adf.ly/Ea8GW te animos a que te pases por aqui, un besito(:

    ResponderEliminar
  2. No es una linda historia simplemente porque no es lindo que a alguien le suceda eso, los nudos en la garganta son una cosa espantosa que empeoran nuestro estado de ánimo! Genial el blog :) Un beso, te sigo

    http://www.sweetcinderellaa.blogspot.com

    ResponderEliminar