domingo, 16 de septiembre de 2012

have a cigar

Este espacio me sirvió muchísimo para expresarme y no decaer, una vez más, en los infiernos. De arder ahí, arder lentamente hasta quemarme y volverme cenizas.
Hay mucha gente como yo, la cual me da la razón o me apoya. Saliendo del vínculo familiar, noviazgo y amistades, está bueno saber que cuando tengas que decir algo, tenés un lugar para descargarte con insultos, argumentos fuertes, etcétera.

No soy una adicta a escribir entradas. Bueno, hay días en los que sí. Son esos días en los que me tengo que descargar de urgencia porque quizá ya ni yo misma me aguanto o la mente la tengo muy cargada.
Me inspiro en cualquiera que conozca, no sólo en mí misma porque eso haría aburrido el asunto de escribir.
Escribo mucho sobre mi mejor amiga, bah, quién alguna vez fue alguien importantísimo en mí. No debería llamarla mejor amiga porque somos dos desconocidas que se conocen muy bien. O... ella no me conoce a mí y yo la conozco muy bien a ella. No sé. Qué quilombo.
Voy a decir algo, el conocerla tan bien me hace sentir frustrada y psicópata.

Acá tomamos café y fumamos cigarrillos. Nos descargamos a pesar de las ojeras y del dolor. Del dolor físico y emocional.

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