sábado, 15 de septiembre de 2012

don't worry about me

No me gusta que se preocupen demasiado por mí. Y cuando digo demasiado, es demasiado. Es esa preocupación edulcorada y asqueante.
Entiendo que a veces pase por situaciones realmente preocupantes, entiendo a mis viejos. Ellos son mis papás, quieren lo mejor para mí y no les gusta verme triste o confundida. Eso lo acepto. Pero cuando mi novio se pone edulcorado con eso de la preocupación me dan ganas de darle el famoso golpe argentino: ¡¡UN BIFE!!
No me gusta que se preocupe porque a veces como poco y me obligo a no comer. Sigo con mi peso, sigo bien. Es sólo un día, un momento, unas horas. Qué sé yo.
Detesto que se preocupe, se pone mal y eso no me gusta.
Don't worry about me.
¡No te preocupés por mí!

No hay comentarios:

Publicar un comentario