No sé. No sé una mierda.
No sé lo que quiero...
Yo nunca te quise, querer es pretender que algo sea tuyo, más bien te amo. Te amo de una manera rara porque a veces te odio cuando en realidad ese odio es porque me detesto a mí misma. Pero necesito que sea de otro... no puedo odiarme tanto...
Cuesta dejarte atrás. Duele. Lastima. Desgarra. Te hace mierda.
¿Cómo hago? Hace cinco años vengo con la misma puta historia que me destruye por dentro y me llena las mejillas de lágrimas ácidas, pero a veces me saca sonrisas, me da convicciones pero también me carcome con dudas.
Me molesta, pero me gusta, que hagas brillar mis ojos. Odio, pero me encanta, que me dibujes una sonrisa.
Todavía hacés que mis ojos brillen y que mi boca brinden una sonrisa -a vos, a cualquiera- entonces, todavía te amo.
¿Por qué te amo tanto? ¿Por qué me gustás tanto todavía? Alguna vez te llevé en mis cicatrices en las muñecas, alguna vez fuiste parte de un intento fallido de suicidio.
*Ahora decidiste embobarme más, hacer que me odie más por no conseguir lo que necesito, lo que a veces se convierte en indispensable, decidiste cambiar mis convicciones por dudas... pero lo más lindo y odioso es que todavía te amo.
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